miércoles, 14 de marzo de 2012

Poema al Cristo del Amor y del Perdón

Un cerezo florido en primavera
fue alzando año tras año su estatura;
creció su fortaleza y su ternura
dando el fruto de amor que amor le diera.

Lo cortó el leñador. ¿Quién lo dijera?
Sin perder su vigor y su hermosura,
fue surgiendo del “Hombre” la figura;
se hizo carne del Cristo la madera.

Le soñaron los ojos que lo vieron,
las manos carpinteras que lo hicieron,
nacido de su propio corazón.

A punto de morir; está abrazando
desde la cruz a todos, perdonando
el Cristo del Amor y del Perdón.

Delante de la cruz, los ojos míos,
quédenseme, Señor, así mirando
y, sin ellos quererlo, estén llorando
porque pecaron mucho y están fríos.

(Poema de Bernardo Velado Graña)


No hay comentarios:

Publicar un comentario